Camino...


Bajó las escalera lentamente y se detuvo en el último escalón. Desde allí observó que todavía permanecían sus cuerpos tirados en el suelo, calientes y vivos. Caminó sobre ellos, sobre sus torsos y sobre las cabezas, avanzando sin importar si sus tacones se clavaban sobre la carne o si sus huesos se quebraban como ramas pequeñas y secas. Teñía el suelo, impregnaba el aire, ignoraba sus quejas y al final de la mortal habitación una puerta que frenaba su espera. Sólo unos instantes -unos pocos segundos nada más-, y giró la cabeza. Desde su altura contempló los cuerpos destrozados, el color de la sangre, sus caras optimistas con ojos ilusionados. Les lanzó un último beso más una pequeña mueca y desapareció tras la puerta con los zapatos en sus manos.

Comentarios

Luna Méndez ha dicho que…
permiteme un pequeño "prff" como única respuesta que me puedo emitir.
Tus textos despiertan cosas en mí inexplicables. Eres la brevedad más condensada del mundo y podría leerte durante horas sin pestañear.
Javi ha dicho que…
Tus palabras acaban de dibujar una sonrisa en mi cara. Gracias.

Entradas populares