El escuchante...
Mi vecina es muy ruidosa
cuando practica sexo -mucho-, es uno de los inconvenientes de tener mi
dormitorio pegado al suyo; tan delgada es la capa de cemento y
ladrillo que nos separa que entrada la madrugada a veces creo escuchar el latido de su corazón mientras duerme. Anoche fue Álvaro. Hace tres
noches Jaime. La semana pasada un tal Andrés. ¿Cómo es capaz de
hacerlo teniendo que levantarse a las siete y diez? Tengo que hablar con
ella lo antes posible; esta situación no puede seguir así. Mientras me decido, trataré de averiguar como deshacerme del azúcar que todavía
me queda...
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